viernes, 17 de diciembre de 2010

Tremenda facilidad en el uso de los estados de alarma, excepción y sitio

Estos ultimo acontecimientos que se están dando a raíz del salvaje sabotaje (porque no se la puede llama r de otra manera) perpetrado por los controladores aéreos me está dando muchas cosas que pensar (mira, para que luego sigan que los estudiantes no nos paramos a pensar nunca). La primera de ellas es preguntarme como coño habrán conseguido un grupúsculo de curritos tantos privilegios, la segunda es hasta donde llegara la ineptitud de nuestros queridos gobernantes después de decidir quitarles estos privilegios antes del puente más largo del año (bravo), la tercera es si no tendríamos quizás que plantearnos (aunque solo sea una descabellada proposición mía) elaborar una nueva ley de huelgas y dejar de usar una preconstitucional, y la cuarta y de la que voy a ocuparme aquí es como puede ser que sea tan simple sacar al ejercito a la calle para solucionar asuntos que se escapan al control del gobierno


Esto es más importante de lo que puede parecer a simple vista, ya que implica una amplia posibilidad del gobierno de usar el ejército para perpetrar sus fines.

¿Qué pasaría entonces si se produjeran una serie de protestas masivas contra el gobierno que este no pudiera contralar?, ¿sacaría este el ejército a la calle para reprimirlas declarando el estado de excepción o de sito? O también podría ocurrir que al señor zapatero (o cualquier otro que se encontrara en ese momento en el poder) decidiera tomar ejemplo de lo que hizo su colega europeo Silvio Berlusconi y se le ocurriera sacar las tropas para combatir la inmigración.

Ambos supuestos, aberrantes de pensar en un momento como este, no son en realidad supuestos tan abstractos (aun a riesgo de que se me critique por esta afirmación), ya que estamos hablando de que la constitución española (artículo 116) exige para el estado de sitio mayoría absoluta del congreso, para el estado de excepción la mera aprobación por el mismo, y para el estado de alarma simplemente la tramitación de un decreto ley del gobierno que se ratificara a los 15 días (como está ocurriendo ahora)

Puede que la gente que lea este artículo difiera de mi opinión, pero a mí me parecen unos requisitos demasiado simples teniendo en cuenta todo lo que acarrean.

Es curioso como estamos a todas horas despotricando en contra de los políticos y luego dejamos a su total arbitrio una serie de decisiones de tal importancia como esta. Estamos hablando de restringir derechos y libertades entrando en un sistema militar, no estamos hablando de una (aunque dura para la población) bajada de salarios de funcionarios o congelación de pensiones, estamos hablando de una violación legal de derechos recogidos en nuestra constitución.

Con esto no intento ser catastrofista, sino que únicamente invito a la reflexión sobre el asunto a todas las personas que lean esto, y espero conseguir advertirles sobre estas posibilidades futuras (y el que avisa no es traidor).

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